“La democracia muere cuando el político compra
la frágil conciencia de sus electores”.
Fraude… siempre ha sido el primer grito cuando se pierde una elección por el camino democrático, aquí no importa si el voto vencedor es rojo o azul, lo que si es cierto, es que cuando se desvía un sólo voto por cualquier motivo y, si la ley electoral es respetada, se debería anular dicha elección.
El fraude mata democracia… Causa mucha curiosidad que las elecciones de Estados Unidos sean tan cuestionadas, cuando el fraude en todos lo países ha sido quien termina ganando más que el candidato vencedor.
Seria lo correcto que el fraude no sea quien esta vez gane una elección, los EEUU como defensores de la libertad y la democracia, no deberían permitir que estos dos pilares sean cuestionados por unos resultados dudosos.
Seguir permitiendo que el voto, como herramienta de libertad termine siempre violado por politiqueros y empresarios corruptos, esto es, matar lentamente la democracia de cualquier país.
El fraude electoral hoy cuenta con un aliado más terrible que la mano humana, estamos hablando de la adorada tecnología, ya que es bien sabido que todo lo creado por el hombre también puede ser adulterado por el mismo.
Hablar de una consulta o elección donde el transporte del sagrado voto, sea por medio de correos electrónicos o del uso de las redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram y WhatsApp ya esto es cosa de desquiciados y farsantes, lo que más aterra, es que organizaciones como la OEA se presten para esta burla. Una sociedad organizada respetuosa de sus leyes y su constitución, lo primero que debe hacer antes de una elección es auditar el registro electoral, volver a enterrar a sus muertos y no permitir que la decisión del elector sea cuestionada o amenazada.
Queda muy claro que cualquier elección debe estar amparada por la libertad y fuera del feroz fraude, una elección o consulta publica que se realice bajo el clima de una tiranía, se convierte en un acto de obediencia ante el tirano o sus falsos opositores.
El fraude mata democracia… Permitir la compra de votos, el soborno a rectores o miembros del ente electoral y la adulteración de datos, son motivos suficientes para que cualquier elección sea anulada.
En estos tiempos es bueno diferenciar cuando se participa en unas elecciones en democracia o en dictadura, el poeta y escritor alemán Charles Bukowsky en uno de sus pensamientos nos aclara esta duda y dice: “La diferencia entre una democracia y una dictadura consiste en que en la democracia puedes votar antes de obedecer las órdenes”.
El hombre empieza a perder su libertad cuando por fanatismo o por seguir falsas creencias e idelogias toma decisiones erróneas, permitiendo que sean otros los que controlen su soberania.
“El hombre que vende, trafica o cambia su voto por dadivas, está empeñando su libertad”
Luís Córdoba Reyes
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