“Cuando el
ciudadano se aleja de la política, se convierte en la mercancía a negociar”
Siempre se ha dicho
que “pasado pisado”, pero no se puede ignorar el porque un país está en la
gloria o en la miseria y en este resultado la influencia de la política es
fundamental, en Latinoamérica la ausencia del ciudadano frente a la
elección de sus representantes, dejando
que el populismo sea la fuerza del voto, esto ha permitido que el socialismo y
sus tiranos lleguen muy fácil al poder.
Si retrocedemos el
reloj veintidós años atrás, veremos a
unos políticos como jibaros merodeando a la escuela para engañar a los niños
con caramelos rellenos; en este caso de mentiras de las que saben decir en sus
discursos los socialistas.
La desgracia de
Venezuela empieza gracias a la ambición de los grandes mercantilistas, los que
tenían el control de los medios de comunicación y los partidos políticos que en
su momento hicieron convenios con el Camaleón de Sabaneta Hugo Rafael Chávez Frías.
A partir de este
momento el tirano con su carisma y el poder de manipulación empezó a crear la
mafia que hoy en día conocemos, permitió la corrupción dentro de las fuerzas
armadas y en todos los poderes públicos como en las empresas del estado, sólo
para lograr la lealtad que se consigue con el dinero mal habido.
En esta mafia en
construcción entra en escena la supuesta
oposición permitiendo todos los desmanes a nivel constitucional, porque la ley
es para los bobos y no para los que comen en el mismo plano del hampón.
La supuesta
oposición es la que ha permitido que la mafia llegue al poder y por ende es más
culpable de la desgracia de Venezuela que la misma plaga socialista, esto lo digo
porque los criminales que hoy tienen el poder en Venezuela siempre mostraron sus intenciones y dijeron
la forma como iban a hacer las cosas, en lo cual no han mentido, en cambio la
falsa oposición lo único que ha hecho en estos veintidós años es ser el colchón
donde descansa tranquila la corrupción.
Esto demuestra lo bien que lo ha hecho el régimen
para lograr controlar todo un país y ponerlo a sus pies y, lo “mal” que lo ha
hecho la falsa oposición al no lograr el poder… aunque se ha entregado dos
veces la presidencia gracias a la traición de Manuel Rosales en las elecciones
del 2006 frente a Hugo Chávez y a Henrique Capriles en las del 2013 frente al
actual tirano Nicolás Maduro.
Hoy vemos como esa
oposición, la que permite la mafia en el poder, quieren hacer como el cántaro,
volver a unificar una fuerza propuesta por el interino Juan Guaidó para
desarrollar una propuesta país, pero la única propuesta para salvar a Venezuela
es salir del socialismo, cosa que la veo imposible cuando sus integrantes
forman parte de la internacional socialistas y creen en el chavismo originario
y en roedores arrepentidos.
La mafia que hoy
esta gobernando a Venezuela no sale con elecciones, porque no estamos hablando
de un gobierno convencional donde las cosas se han hecho mal, NO… estamos
hablando de una mafia que esta distribuida por todo el país donde tiene más de un
capo que puede sustituir al jefe mayor y que esta amparada por grupos
terroristas nacionales e internacionales.
La política en
Venezuela se perdió gracias a esa falsa oposición, es por eso que para poder
recuperar el estado y su constitución como sus poderes, es necesario exterminar
políticamente a los socialistas mafiosos que están el poder y a los “líderes”
de la oposición que coexisten con ese
sistema criminal.
Espero que los
venezolanos hayan madurado políticamente y no permitan ser de nuevo engañados
por los politiqueros de siempre, los que han permitido que la libertad, la
propiedad privada y la dignidad se siga tirando por el Guaire.
La mayoría de los
venezolanos han hecho mil y una cosas para salir de la mafia y sus asquerosos
socios, pero siempre han sido traicionados, por eso es bueno recordar una frase
del radical y admirado Winston Churchill “Siempre puedes contar con los
estadounidenses para hacer lo correcto, después de haber intentado todo lo
demás”.
“Los cambios no se logran cometiendo los mismos
errores”
Luís Córdoba Reyes
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