"El hombre es el único animal que se alegra con el pan
prometido"
Las antiguas poblaciones de Hiroshima y Nagasaki, hoy
ciudades, le deben dar gracias, a las
bombas atómicas que lanzaron los Estados Unidos sobre estas dos
poblaciones. Debido al desastre que ocasionaron estos ataques el 6 de agosto
de 1945, a las dos poblaciones
japonesas, lograron el gran cambio que hoy se ve en ellas.
Las grandes catástrofes naturales que la humanidad ha
sufrido a través de los tiempos, son las que han hecho que los países de una u
otra forma, hayan cambiado su forma de vivir, esto con la ayuda de la
tecnología; Tecnología a nivel estructural, alimenticia y científic
La raza humana no se mueve, si las fuerzas de las
circunstancias no la empujan. La zona de confort en que vive cada individuo no
la cambia a no ser que algo trascendental le ocurra a su contorno o
directamente, de ahí que para conseguir la paz primero hay que conocer la
guerra.
Las diferentes corrientes políticas y religiosas siempre
prometen cambios si se les sigue, si se les obedece o se les defiende, pero
esto resulta, no ser más que un simple engaño. Estos cambios no son más que una
postura, un ideal o una simple modificación en el color de la camiseta de turno.
El cambio, en definición, no es otra cosa que dejar de ser,
o dejar de hacer lo que se venía haciendo; ahí entra la costumbre, la
ideología, los mitos, la religión y la política, pero lo importante del cambio,
es encontrar la mejora del individuo dentro de la sociedad.
El cambio, sin ver mejoras, sólo es un saludo a la bandera
en vano, pues no se saca nada cambiar de ropa si se sigue siendo la misma
persona, cambiar de religión si se sigue siendo el mismo violador o cambiar de
partido político si continúa siendo el corrupto que se le conoce.
Colombia está cayendo en la trampa de unos cambios basados
en retóricas como la paz total, la potencia de vida, la salvación de la
humanidad del calentamiento global, pero al final de estos cambios prometidos,
no se logra ver ninguna mejora para el ciudadano de a pie.
La soberbia y el resentimiento social de los socialistas en
Colombia, sólo han permitido que la delincuencia aumente, el narcotráfico haga
fiesta y la guerrilla se crea la dueña del país. Estos cambios que fomenta
Gustavo Petro sólo han logrado el deterioro económico y una descomposición social que va avanzando.
Los cambios sin mejoras, solo son una manipulación sobre una
masa ingenua y esperanzada de las promesas que le hacen sus líderes
caudillistas. Colombia está en un estancamiento económico por culpa de los
caprichos de un idealista socialista marxista, sino se cambia esta corriente
ideológica, Colombia va camino a la miseria.
En los cambios hay que tener mucho cuidado con los
encantadores de bobos, en el libro, El Manantial de Ayn Rand, los cambio sí
tienen resultados a favor del individuo.
Ayn Rand en este excelente libro nos deja muy claro lo siguiente, “Todas
las razones que hacen que el inicio de fuerza física sea un mal absoluto, hacen
que el uso defensivo de la fuerza sea un imperativo moral. Si una sociedad
"pacifista" renunciase al uso defensivo de la fuerza, quedaría
indefensa a merced del primer matón que decidiese ser inmoral´”
Colombia está en una emboscada sobre una falsa paz, ya
que esa hermosa palabra está matando a
los colombianos en silencio y con alevosía.
“El asesino, aunque se confiese, no dejará de ser asesino”
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