junio 12, 2016

Calle sí, pero sin parar y hasta la meta


No pertenecer a partidos, ni a colores políticos, te permite hablar de manera cristalina, transparente.
Saqueos, protestas, lágrimas que son expresión de la desesperación del pueblo.
 Pagarán los culpables ya reconocidos, y si hay, también los cómplices escondidos detrás de falsos ideologismos, pagarán caro los que, para el propio beneficio,  explotan el sufrimiento de un pueblo hambriento y debilitado, pero que no es estúpido, seguramente capaz de reconocer a los malandros al poder y, si hay,  a los falsos profetas que se visten de amigos.
Hambre y enfermedades no esperan y la gente no va aguantar más. Estamos al estallido. Pero un estallido que será imposible guiar

Calle sí, pero  sin parar y hasta la meta. Que no se alargue más la supervivencia de este régimen. No más Venezolanos muertos de hembruna y falta de medicinas, no tienen que ser piezas de un mácabro juego de un camino al poder. Que nadie se atreva a oxigenar el proceso de muerte de este maldito régimen. Porque lo que tenemos en las venas es la misma sangre del pueblo y no glóbulos tóxicos políticos. ¿O no? 

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