abril 06, 2013

El suicidio de Venezuela


Asì habla Montaner:
“Cuando los Castro le advierten a Hugo Chávez que va a morirse, porque el gobierno cubano tenía toda la información de su enfermedad, es cuando le sugieren que el hombre es Nicolás Maduro, porque es quien le conviene al gobierno cubano, y le conviene a los Castro, precisamente por la propia debilidad de Maduro”, expresó Carlos Alberto Montaner en una entrevista al periodista y documentalista Oscar Suarez para UniversoIncreible.com. “Si Maduro hubiera tenido el control directo del ejército o el control del aparato del partido, sería otra cosa, pero no tenía nada y era alguien que estaba en las manos del partido comunista cubano. Podría ser inteligente o competente, pero para el gobierno cubano lo importante es que él estaba en sus manos” aseveró el escritor y analista de CNN español.
Nicolás Maduro es una imitación del expresidente muy sujetado –incluso más que Chávez- por el gobierno cubano, con una diferencia, Hugo Chávez construyó su propia biografía en base a errores y fracasos pero tenía un peso específico que se debía a él mismo. Nicolás Maduro es un hombre que llega a Cuba muy joven, en el año 86, 87, forma parte en ese momento de un grupo comunista y lo forman dentro de la Escuela Superior del Partido Comunista Nico López en la Habana. Allí le dan una formación elemental pero suficiente para convertirlo en el capo de cualquier grupo social. De eso Nicolás Maduro se nutre en Cuba. Esto hace que él le deba todo al gobierno cubano, explicó Carlos Alberto Montaner.
Mientras Chávez –prosigue- tenía un peso específico propio, Nicolás Maduro lo que tiene es el apoyo del gobierno cubano. El no forma parte del ejército, no tiene el control del partido PSUV. Todos los cargos que desempeñó fueron designados por Chávez, y al final, moribundo, bajo la total influencia del gobierno cubano, lo nombra Chávez. El cae bajo este control por una razón fundamental: Hugo Chávez desde el golpe del 1992 de una manera creciente se fue colocando bajo el control del gobierno cubano. Primero, el control emocional e intelectual de Fidel Castro, luego el control político y, por supuesto, esto lo alimentaban los servicios de inteligencia que constantemente le daban información sobre la lealtad o la falta de lealtad de las personas que se le subordinaban. Con esta información Chávez cada vez era más prisionero del gobierno cubano.
En relación al futuro de los venezolanos Montaner señala que “es muy oscuro, muy opaco, desastroso porque el régimen va a tratar de radicalizar el proceso, van a ir a un régimen más colectivista, con menos libertades, probablemente estas elecciones serán las últimas que los venezolanos tengan. Se dedicarán a construir un sistema hermético donde el poder nunca se le escape de las manos. Esto es fundamental para el gobierno cubano porque la ayuda de Venezuela alcanza los 13 mil millones anuales, lo que es el doble de lo que los soviéticos le daban a Cuba en el momento de mayor generosidad hacia la Isla. Ellos no van a dejar que se le escape ese botín. Yo creo que Raúl Castro es probable que reviva la fantasía de crear un país bicéfalo, cómo Fidel y Chávez acariciaron, que es cuando se dijo que Cuba tenía dos presidentes y querían crear una comisión de juristas de los dos países para ver cómo podrían fusionarse”
También Montaner advirtió que “hay que hablar de un suicidio progresivo de la sociedad venezolana, que se está metiendo en la boca del lobo y va a padecer mucho. Se van a empobrecer, la corrupción va aumentar, la violencia se incrementará, el éxodo llegará a mayores niveles. Será una catástrofe social más como las que generaron las dictaduras colectivistas”.
El escritor y comentarista considera que en Venezuela la penetración del gobierno cubano está en los sectores claves, lo primero fue controlar los cuerpos de inteligencia, luego el aparato militar, después el aparato político, y montan todo un sistema de información. Es decir controlan a las personas, hacen expedientes de las personas. La Stasi o Ministerio para la Seguridad de Estado en Alemania comunista tenía millones de fichas de diferentes personas, desde encumbrados generales, porque se vigilan ellos mismos, hasta funcionarios, profesores, etc., que hoy en día se facilita por los sistemas computarizados. Es un control total de la sociedad y va en oleadas. Yo creo que ya en Venezuela después de tantos años el control cubano debe ser muy grande, afirma Montaner. “Pienso que en las fuerzas armadas venezolanas hay una presencia cubana muy grande. Hay un dato que me llama la atención y es el miedo que ya aparece en los militares y en los políticos cuando hablan de ciertas cosas. Ya ellos dan por sentados que están vigilados por un aparato de inteligencia finalmente controlado por los cubanos. Una cosa que veo es que cuando van a hablar de ciertos temas bajan la voz de una manera casi instintiva porque tienen la certeza de que son vigilados por los servicios de inteligencia” continúa Montaner.
El gobierno cubano –explica- aprendió el modo de control social, para poder controlar a las personas, formado por instituciones que son unas especies de jaulas grandes, cuya función no es más que transmitir la autoridad y que las personas obedezcan dócilmente. También, le agregaron un aparato de propaganda donde dedican enormes esfuerzos para tratar de demostrar que todo el Mundo está con ellos. Esto genera en la sociedad el síndrome de indefensión, de no poder hacer nada para cambiar las cosas. Esto fue uno de los recursos de Hugo Chávez. Lo que Cuba le proporciona a Hugo Chávez es la estructura, el modo de hacerlo y el sistema de apoyo internacional.
Por último Montaner recuerda, que el gobierno cubano aprendió de los soviéticos la técnica de penetración y control de una sociedad distinta. A principio de la década de los sesenta llegaron a Cuba unos 40 mil soviéticos dirigidos por la KGB, ellos sabían cómo controlar a una sociedad diferente a la soviética, lo habían hecho en todos los países del Este y montaron el sistema, era una especie de franquicia carcelaria, era la construcción de una jaula, tan hermética, tan bien hecha que lleva 54 años en Cuba.
Source: Informe21